Las piedras inscritas con los
nombres de las víctimas, asesinadas
entre agosto y octubre 1936, ayudan a
las familias a honrar a sus seres
queridos desaparecidos. Se sabe de
cuatro fosas más, una que podría ser
de mujeres únicamente. Muchos
restos humanos no se hallarán jamás
por estar debajo de toneladas de tierra
del AVE, otros se perdieron en las
obras de extracción de tierras para
relleno de la autovía A-62.