El monumento a las víctimas del
franquismo ha sido destrozado varias
veces en el pasado. Señala el punto
que utilizaban las patrullas entre 1936
y 1939 para parar los autobuses de
línea que iban o venían a Valladolid,
los viajeros podían ver las camionetas
cargadas de gente e incluso alguna
vez fueron testigos de la presencia de
cuerpos en la carretera. En el 2013
se inauguró un tramo de la autopista
que une Valladolid y León. Las obras
han llegado muy cerca del área de las
fosas comunes.