En este paraje es donde podrían
estar los restos del poeta Federico
García Lorca y sus compañeros fusilados.
Aquí se encontraban unos pozos
abiertos y un campo de tiro durante
los años de la represión. Puede haber
400 víctimas en estos pozos, entre
ellas Lorca, el maestro de escuela
Dióscoro Galindo y los anarquistas
Francisco Galadí y Joaquín Arcollas,
fusilados el 17 o 18 de agosto de 1936.
Es un terreno baldío con la tierra
removida desde 1998, fecha en la
que el alcalde socialista de Alfacar
quiso hacer un campo de fútbol en
este lugar.