Manuel Carmona Ruiz, de 35 años,
metalúrgico y sindicalista, se presentó
voluntariamente ante las autoridades,
fue acusado de tenencia ilícita de
armas y ejecutado aquí el 15 de agosto
de 1936 a las cinco de la madrugada.
Entre 1936 y 1956 fueron ejecutadas
3.969 personas en las tapias del
cementerio, entre ellos dos alcaldes,
un juez municipal, varios catedráticos
y el rector de la Universidad de
Granada. Ricardo Beneito Sopena
fue el último fusilado en este
camposanto en 1956.